
En días pasados se hizo evidente una larga fila de espera para realizar el cruce fronterizo e intercambio comercial con nuestro vecino del norte, los tiempos para el cruce oscilaban en más de 15 horas, cuando normalmente y en promedio son de hasta 3 horas.
Estos largos tiempos fueron generados por las protestas de transportistas mexicanos ante el aumento de inspecciones de seguridad por EEUU, ya que el gobernador de Texas, Greg Abbott, intensificó la supervisión en los cruces y puertas de entrada, con la finalidad de evitar actos de contrabando, migración y tráfico de personas.
Esto bajo el amparo y justificación del Título 42, que se aprobó durante la pandemia, avalada por Donald Trump y extendida por Biden en dos ocasiones, pero ahora el presidente actual tomó la decisión de eliminar la normativa que permitía expulsar inmigrantes por la pandemia de Covid-19.
Las afectaciones a la logística y comercio exterior son diversas, tanto para empresas de Estados Unidos como mexicanas; las inspecciones que realizan a los transportistas se están alejando del objetivo de frenar el flujo de migrantes, más bien sólo empeoran los problemas de la cadena de suministro y traen consigo pérdidas financieras y escasez de productos, con repercusión a los perecederos principalmente.
Cifras de la Cámara Nacional de Transporte de Carga de México estimó que los retrasos en el puente Reynosa-Phar, ocasionó una pérdida económica que oscila en los US$8 millones por día, ya que cruzan unos 3, 000 camiones en ese puente por día. Hay que tener presente que otros puentes fronterizos afectados son el de Tamaulipas, en Nuevo Laredo, y en Nuevo León, el puente Colombia.
Para el caso específico de Nuevo León, se firmó un memorándum de entendimiento, con el compromiso de parte de México de un reforzamiento de la seguridad migratoria en este lado de la frontera, suspendiendo revisiones individuales a camiones de carga en el cruce Colombia-Laredo.
Sin embargo, el gobierno texano ha señalado que está en negociaciones con los gobiernos de Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua, todos ellos con cruces fronterizos hacia Texas para mejorar el tránsito y flujo comercial de carga.
Del lado estadounidense también se ha rechazado este tipo de medidas, específicamente la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) argumentó que las inspecciones eran innecesarias y están causando un impacto en una cadena de suministro, ya que la política de Abbott, en lugar de fomentar el diálogo y resolver problemas de seguridad, fue implementada sin una evaluación del riesgo en las operaciones de comercio exterior.
Lic. en Relaciones Internacionales, Especialidad en Fiscal y Maestría en Administración de Negocios. Ex profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, con líneas de investigación en cadena de suministro y distribución física internacional. Director de Logística, práctica profesional en operatividad, asesoría y auditoría logística y de comercio exterior con experiencia en materia de agenciamiento de carga, transporte y logística comercial.