
China ha registrado una disputa en la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra las restricciones que ha puesto Estados Unidos a la exportación de semiconductores, esto con el discurso que amenazan los suministros globales e invitan a la potencia Estados Unidos a abandonar el pensamiento de ganar – perder.
Desde octubre, Estados Unidos ha anunciado constantemente que el cambio de sus aranceles o controles a las exportaciones y que perjudican principalmente a su competidor China los limita a comprar y poder producir chips que contengan una alta tecnología con aplicaciones militares, aunque pudiera entenderse la razón por la cual Estados Unidos quiere restringir e imposibilitar la comercialización, únicamente busca su seguridad.
En respuesta a ello, China reclamó la obstrucción del comercio internacional en productos como chips, además de amenazar la estabilidad de la cadena de suministros de la industria global, además de que Estados Unidos viola las normas comerciales internaciones con prácticas proteccionistas, imposibilitando el comercio libre.
El objetivo de reportar las conductas por parte de Estados Unidos con China ante la OMC se debe a que defienden los derechos e intereses legítimos, para una competencia y comercio justo, sin que el único afectado sea una de las dos partes. Aunque las dos superpotencias llevan tiempo en una rivalidad cuyos temas eje son la tecnología, el comercio, los derechos humanos, la situación en Hong Kong y Taiwán, entre otros, sus presidentes Xi Jinping y Joe Biden se comprometieron el mes pasado en Bali a contener la creciente tensión y llevar su rivalidad por buen camino y dicho propósito no ha podido llevarse a cabo, lo que provoca más problemas que soluciones.
