Desde que el nearshoring se volvió tendencia para los mercados a nivel mundial, México decidió incluir estas prácticas en su forma de hacer comercio. Actualmente la industria logística se beneficia de la relocalización de la producción debido a la cercanía con Estados Unidos (EE. UU.), lo cual representa uno de diversos factores que han atraído mayor cantidad de empresas e inversión extranjera, entre otros motivos como las fricciones comerciales entre China y EE. UU., conflicto entre Rusia y Ucrania, la pandemia de covid-19, por mencionar los más relevantes.
Durante el mes de julio del presente año se realizó la Encuesta Mensual de Actividad Económica Regional (EMAER), en la cual se consultó con los empresarios si como resultado del nearshoring, habían aumentado sus ventas, producción o inversión, a lo que se obtuvo que al menos 16% de empresas mayores a 100 empleados se han beneficiado de estas prácticas, destacando así la importancia de promover esta nueva herramienta para el desarrollo económico nacional.
El mayor número de empresas que se han establecido en México, son de procedencia asiática, lo cual podría incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) hasta en 3%, principalmente por la relación que tiene la frontera norte con el país vecino, por lo cual valdría la pena apostar al desarrollo de infraestructura logística y comercial de dicha zona. Aunque el nearshoring representa enormes oportunidades de desarrollo, su potencial se ve limitado, en parte, por la reforma energética del gobierno actual, debido a la incertidumbre que genera.
Ahora bien, otro aspecto que ha acelerado el nearshoring en el país, es la ruptura de las cadenas de suministro a nivel global, pues el distanciamiento y aislamiento social provocó el aceleramiento y la necesidad de acortar los circuitos de producción y distribución. Derivado de esta urgencia por eficientizar todos los procesos, en el Puerto de Manzanillo han llegado dos proyectos que pretenden agilizar las actividades comerciales.
El primer proyecto se enfocará a la ampliación del puerto a la Laguna de Cuyutlán, dando continuidad a los esfuerzos de renovación del Sistema Portuario Nacional. La importancia del Puerto de Manzanillo es muy alta a nivel nacional, regional e internacional, por ello la apuesta a modernizar este recinto debe ser muy alta, siempre procurando los estándares ambientales y sin descuidar el resto de las obras e infraestructura en el país.
Un efecto colateral positivo del nearshoring, ha sido también la generación de empleos y crecimiento de manufactura, formando con ello un camino hacia la limitación de dependencia de importaciones, lo cual contrarrestaría el déficit comercial actual. Así, es imperante no solo depender de una tendencia que sigue en proceso de maduración y crecimiento, sino seguir dentro de los límites que siempre han impulsado al país y explorar nuevos horizontes que permitan crear condiciones que atraigan inversión.
En definitiva, el nearshoring abre un mundo de posibilidades para la industria, creando un nicho de desafíos que deben tomarse y utilizarse como oportunidades para crecer y seguir avanzando, sobre todo para los pequeños y medianos empresarios que a su vez son creadores de empleos que incentivan a la especialización y profesionalización del sector en México.
Estudió la carrera de Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, con inclinación hacia el ámbito profesional de comercio exterior y logística, con un amplio interés en las ramas de agenciamiento de carga, innovación y tendencias en el comercio.