El desigual ritmo de recuperación en el sector transporte ha impactado en los volúmenes de carga del transporte marítimo y del transporte terrestre. Sin duda, tras la pandemia mundial, los efectos de los elevados costos logísticos y los incrementos internacionales de las materias primas han generado la congestión en la movilización de las mercancías a nivel internacional.
En México, el traslado de la carga se vio afectado principalmente por los impactos de la congestión portuaria y la escasez de contenedores a nivel mundial. Aunado a lo anterior, el entorno global de desaceleración económica ha influido en los patrones de oferta y demanda de los medios de transporte más utilizados para el comercio.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, el autotransporte de carga es el transporte movilizador de las mercancías para la actividad económica a nivel nacional, ya que hasta abril del presente año aportó el 55.2% del total del PIB de los transportes, correos y almacenamiento. Sin embargo, la demanda externa y el incremento de la apertura económica no representan factores determinantes, en tanto que la recuperación de los niveles prepandemia sigue perdurando como un arduo reto para la segunda mitad de 2022.
En relación con lo anterior, la Dirección General del Autotransporte Federal, a través de la Estadística Básica del Autotransporte Federal, reportó que los niveles de carga operados por el transporte marítimo y el autotransporte registrados en 2021 se encuentran por debajo de los niveles documentados en 2019, es decir antes de la pandemia.
En tal sentido, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes publicó en el Informe de la DGAF que mientras que en 2019 el autotransporte movilizó 552 millones de toneladas, en 2020 se registró una caída al nivel de 512.7 millones y, en 2021, los registros disponibles estiman que la actividad alcanzó 534.5 millones de toneladas movilizadas.
Por su parte, en 2019, el transporte marítimo movilizó 303 millones de toneladas y, posteriormente, se registró una caída a 266.7 millones en 2020. En contraste, los datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes apuntan que la carga marítima se ubicó en 286.1 millones en 2021.
Ante este panorama, a pesar de las expectativas de crecimiento, la lenta recuperación del sector servicios en la economía constituye un obstáculo para la recuperación de los niveles prepandemia en los transportes mencionados. Principalmente, el sector del autotransporte de carga depende en gran medida de las actividades terciarias. No obstante, se espera que los distintos modos de transporte reciban un fuerte impulso por parte de la manufactura de exportación y la estabilidad del consumo nacional.
Asimismo, las señales de alivio en las cadenas de suministro y el retorno a la configuración de las cadenas regionales/globales de valor son factores que prometen dinamizar el comercio, así como estimular la demanda de los transportes para la recuperación de los niveles prepandemia.