Fluctuación en las tarifas de fletes marítimos y aéreos a nivel mundial

En el contexto postpandemia, continua la incertidumbre sobre las tarifas de fletes marítimos y aéreos a nivel mundial. En los últimos meses, se han acentuado las predicciones sobre la estabilización e incluso la posibilidad de descenso en las tarifas de fletamento, pero algunos factores como la crisis de los contenedores, la congestión portuaria, los bloqueos por Covid-19 en China y los cambios en las principales rutas de tráfico internacional debido a la Guerra de Ucrania han contribuido a la persistencia de las tarifas altas durante el primer trimestre de 2022.

La congestión portuaria ha generado una pérdida importante en la capacidad del transporte marítimo. De acuerdo con datos de Statista, el 11% de la capacidad de transporte marítimo mundial se perdió por la congestión en 2021, mientras que en 2022 esta pérdida sigue aumentando, causando una pérdida del 12,7% de la capacidad global en promedio en enero. Ante este panorama, la preocupación de los empresarios por el crecimiento exponencial de las tarifas de los fletes marítimos ha generado cambios en la demanda y en la oferta de este modo de transporte.

Actualmente, se calcula que los fletes marítimos en América y en China son 575% más caros con respecto a los niveles prepandemia. Las ineficiencias de la red de contenedores y la congestión portuaria generalizada, sumados a los cuellos de botella interiores, también son factores importantes que respaldan las tarifas de flete. El diferencial entre las tarifas de contrato y las tarifas al contado y la interacción entre estos dos mercados son otros importantes impulsores de las tarifas.

En relación con lo anterior, los datos recopilados por la Secretaría de Marina y Administración del Sistema Portuario Nacional reflejaron un aumento significativo en el costo de los fletes marítimos en los intercambios entre los puertos más grandes del mundo y los puertos mexicanos, Así, por ejemplo, el costo de los fletes desde los puertos de Shanghái, Ningbó, Yantian, Xiamen, Hong Kong y Qingdao en China, hacia Lázaro Cárdenas, en Michoacán aumentó 550 por ciento entre enero de 2020 y noviembre de 2021.

A principios de 2020, la importación de un contenedor completo de mercancía de China a México tenía un costo aproximado de $2,000 USD (aproximadamente $40, 000 MX). Para finales de 2021, los precios de las principales empresas navieras oscilaban entre $13,500 USD por contenedor (es decir, cerca de $270,000 MX). Sin embargo, para abril de 2022, el índice Eternity Asia Index (EAX), elaborado por el freight forwarder Eternity Group México, registró una caída del 22.7% en la tarifa short term (FAK/SPOT), aplicada para el corredor marítimo de Asia a Estados Unidos y México. La tarifa de flete marítimo de 9,300 dólares por contenedor de 40 pies (USD/TEU) en promedio en marzo, mes en el que continuó la tendencia a la baja en función de la tarifa de febrero, que fue de 11,950 USD/FEU; incluso, la tarifa llegó al mínimo de 7,659 USD/FEU, la de menor nivel en los últimos 18 meses.

Ahora bien, en el panorama internacional, los hechos geopolíticos relacionados con la guerra de Ucrania han modificado el uso y las rutas del transporte marítimo en las principales zonas de tráfico del mundo. Particularmente, en el transporte de mercancías desde China a Europa se evita el paso por Rusia o la zona de conflicto en Ucrania mediante la trazabilidad de rutas alternativas.  Por ejemplo, destacan la redirección de la Nueva Ruta de la Seda a Bielorrusia, la ruta Trans-Capio (China- Kazajstán-Azerbaiyán-Georgia-Turquía) o China- Kazajstán- Azerbaiyán-Georgia-Rumanía a través del Mar Negro.

Por otro lado, la política de tolerancia cero al COVID adoptada por China en el último mes, indica una alta probabilidad de futuras interrupciones en la cadena de suministro, mientras que las colas de buques portacontenedores fuera de los puertos chinos más importantes son cada día más largas.

En este contexto, los actores del sector del transporte marítimo estiman que, durante el segundo trimestre de 2022, se mantendrán estables las tarifas elevadas de los fletes. El Índice de Confianza del Transporte Marítimo de Ti, que sigue las expectativas de expedidores y navieras sobre la evolución de las tarifas, se situó a fines de abril justo por debajo de la marca de 50 puntos, lo que indica una expectativa de aumento moderado de las tarifas en los próximos meses.

Por su parte, el transporte aéreo presenta un aumento en su capacidad, pero también mantiene tarifas elevadas desde el año anterior. De acuerdo con la publicación Air Freight Rate Tracker de Ti: Q2 2022, las tarifas de transporte de Headhaul como las de Backhaul han tendido al alza desde principios de 2021. Además, se observa que la capacidad del transporte aéreo de mercancías ha aumentado desde la recuperación de 2021.

Además, gracias al aumento de la capacidad en este medio de transporte, se ha presentado un aumento en la demanda. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la demanda de carga aérea aumentó un 7,9% en 2021 (en comparación con los niveles de 2019) y está en camino de crecer otro 13,2% durante este año.

Ante la situación del sector marítimo, el transporte aéreo se ha posicionado como el principal modo alternativo del transporte internacional de mercancías, siendo que el transporte aéreo está en mejores condiciones que el transporte marítimo para evitar la congestión durante los próximos meses. Si bien, el aumento de la demanda y la liberación de la demanda acumulada podrían augurar una caída de las tarifas de los fletes aéreos, existen varios factores que repercuten directamente en los costos aéreos.

Principalmente, los aumentos en los precios spot del combustible aéreo, la guerra de Ucrania y las restricciones chinas han perturbado las principales rutas del transporte aéreo de carga. Por un lado, el conflicto de Ucrania ha propiciado importantes afectaciones en la capacidad de la ruta trasatlántica y en la ruta Asia Oriental-Europa. Por otra parte, las restricciones chinas por COVID-19 han provocado importantes en la ruta Transpacífico.

Entre los retos actuales que enfrenta el transporte aéreo, se encuentran los procedimientos de manipulación y protección laboral que están ejerciendo presión sobre las cadenas de suministro, y que, ante una mayor demanda creará retrasos y casos pendientes. No obstante, los cuellos de botella en el transporte aéreo son “menos engorrosos que los del océano.”

Ante la consideración de los factores anteriores, es posible observar que la fijación de las las tarifas de los fletes marítimos y aéreos ya no dependen únicamente de la oferta y la demanda en el ciclo de mercado actual, sino que debido al impacto de factores externos se ha vuelto más complejo pronosticar los ajustes y las fluctuaciones de las tarifas de contrato único y las tarifas al contado.

Por tanto, se espera que la dirección de las tarifas elevadas de los fletes marítimos se mantenga durante el segundo trimestre de 2022. Sin embargo, se espera que los cierres de puertos en China causen un alivio limitado de los puertos congestionado de la USWC y USEC. El descenso de las tarifas aéreas y marítima es improbable porque se augura la recesión de la economía mundial durante el transcurso de este año. La estabilización de las tarifas dependerá de la gestión portuaria, la agilización del despacho de las mercancías y de una retracción de la demanda para que los fletes se encaminen por fin hacia los niveles anteriores a la pandemia.

Adrián Guzmán

Lic. en Relaciones Internacionales, Especialidad en Fiscal y Maestría en Administración de Negocios. Ex profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, con líneas de investigación en cadena de suministro y distribución física internacional. Director de Logística, práctica profesional en operatividad, asesoría y auditoría logística y de comercio exterior con experiencia en materia de agenciamiento de carga, transporte y logística comercial.