En los últimos meses, la carga aérea ha presentado un repunte importante debido a los retrasos que se presentan en el traslado de mercancías por vía marítima, en virtud de la falta de contenedores y los costos excesivos del transporte marítimo.
A nivel nacional, el aumento desmedido de los costos de los fletes marítimos fue señalado por Hugo González, vicepresidente de la Organización Mundial de Ciudades y Plataformas Logísticas, afirmando que “para las empresas de Nuevo León y de todo el país, el costo del transporte marítimo aumentó de 1,200 a 18,000 dólares, siendo las más afectadas las pequeñas y medianas empresas.”
Además, ante la reactivación industrial postpandemia que ha generado desequilibrios en la demanda de bienes y retos operativos en los prestadores de servicio de transporte de mercancías, el sector de la cara aérea se ha posicionado como una alternativa a la mayor demanda generada por la reactivación y los nuevos hábitos de consumo.
La demanda en el servicio de carga aérea ha beneficiado a aerolíneas comerciales. Aeroméxico, una de las principales en el rubro entre las compañías comerciales, aumentó 16.8% sus ingresos por carga entre 2019 y 2021, año en el que cerró en 4,934 millones de pesos y concentró 10.9% del total de los ingresos, en contraste con el 6.1% de 2019.
Sin embargo, ante la crisis actual en las cadenas de suministro, ¿Cuál es el panorama que se visualiza para el transporte marítimo? ¿La carga aérea seguirá posicionándose como la principal vía en el transporte de mercancías?. Si bien, según la Organización Mundial del Comercio, más del 80% de las mercancías se transportan por vía marítima, la flota mercante mundial no es suficiente para abastecer la demanda, existe una ralentización en buques y puertos, y los costos del transporte marítimo se mantienen más altos en las regiones en desarrollo debido a factores estructurales.
Ante este panorama general del transporte marítimo, las empresas han decido impulsar la carga aérea porque permite mayor rapidez en la movilización y, por ende, es más conveniente porque implica también la satisfacción del cliente.
Dicha tendencia al alza en el uso del transporte aéreo se refleja en el último reporte de la Agencia Federal de Aviación Civil, en donde se observa que, durante el primer trimestre del año, la carga aérea en México aumentó solo 0.9% frente a igual periodo del 2021, ya que terminó dicho lapso con 272,241.4 toneladas, es decir, solo 2,382.2 toneladas adicionales.
De igual manera, el reporte indica que el movimiento a nivel nacional aumentó 2.0% ya que pasó de 90,634.8 toneladas a 92,441 toneladas, en tanto en el mercado internacional fue de 0.3% lo que se tradujo en 179,800.4 toneladas, unas 576 toneladas más.
Aunque tradicionalmente las navieras se han convertido en el nodo principal de complejas redes logísticas marítimas y terrestres, actualmente el impulso de la carga aérea plantea una reconfiguración en las cadenas de suministro. Principalmente, las pequeñas y medianas empresas buscan aminorar las complicaciones derivadas del transporte marítimo, aprovechando las ventajas que ofrece la carga aérea tanto en velocidad como en los costos del transporte de mercancías.