No es novedad que todas las actividades relativas al transporte de carga en México se vieron limitadas enormemente por la falta de personal, el incremento de demanda y la necesidad de invertir y mejor infraestructura. Esto provocó una reducción de negocios en el sector y pérdidas económicas de enormes proporciones.
Así, la carga ferroviaria también tuvo momentos difíciles, sin embargo, ha logrado recobrar niveles incluso mayores de los que se alcanzaron en 2019 antes de la pandemia. La mayoría de las principales líneas prestadoras de estos servicios lograron transportar varios millones de toneladas más.
A finales del 2021 se reportó un crecimiento de 3.7% comparado con las cifras de 2019, donde hubieron 125.19 millones de toneladas transportadas, contra las 129.89 millones de 2021. Adicionalmente, se movieron 92.61 millones de toneladas entre importaciones y exportaciones.
Líneas como Kansas City Southern de México, Ferrovalle, Línea Coahuila Durango, Ferrocarril del Istmo Tehuantepec y Admicarga, registraron alzas importantes, algunas casi duplican el tonelaje cargado en 2021 con respecto a 2019. De esta manera, hay que destacar que el sector industrial, agrícola y mineral son los tres principales dentro de la participación para el movimiento de carga ferroviaria, pues representan el 86.58% del total de sectores que hacen uso de este medio de transporte.
Dadas las circunstancias, es imperante apostar por la infraestructura ferroviaria del país, pues el incremento de los movimientos puede marcar una tendencia y seguir aumentando en el mediano plazo. Para no perder áreas de oportunidad México debe estar preparado en casos de incremento de demanda hacia un tipo de transporte en específico, esto le garantiza una gran competitividad logística frente a países que invierten cuando queda poco tiempo para actuar.