
En la actualidad nos enfrentamos a crisis de enormes proporciones y que difícilmente serán resueltas en el corto plazo. Algunas se vuelven resultado de situaciones casi imposibles de controlar y otras simplemente son coyunturales, ante las cuales debe actuarse de inmediato para evitar su expansión.
Han sido dos años muy complicados para todas las industrias y sectores, en específico el comercial y logístico, pues existe una enorme dependencia del movimiento de bienes y servicios en el mundo, al tiempo que las economías sostienen gran parte de su capital en las transacciones y movimientos generados por la logística y el comercio internacional. Por ello también se ha estrechado la relación entre dependencias gubernamentales y privadas entorno al fortalecimiento de la infraestructura e inversión logística en México y el mundo.
Es apremiante evidenciar los beneficios que trae consigo el mantenimiento de estas actividades, principalmente para que países emergentes potencialicen sus divisiones de servicios a través de esfuerzos conjugados y benéficos de forma endógena. Sin embargo, es imperante entender los motivos por los cuales existen ciertos subsectores dentro de la propia industria que continúan en crisis y presentan dificultades para alcanzar una estabilización adecuada.
En este sentido, el principal reto de la logística y comercio mundiales es fomentar aquellas prácticas que les permitan aprender lecciones y aplicarlas. Hay múltiples modelos que pueden ser de ejemplo y utilidad para que las empresas adopten e internalicen, mismos que han adquirido cada vez más relevancia y han permitido sanear un poco los desafíos que aquejan al mundo. Sin embargo, persisten las interrogantes acerca de las razones por las que después del punto más álgido de la pandemia, el ramo logístico industrial y de comercio internacional reinciden en problemáticas que no les permite alcanzar mayor potencial.
De esta manera, aunque se sabe que la tecnología es un motor económico y agiliza todos los procesos, aun hay mucho camino por recorrer en cuanto a las capacidades de implementación e inversión que se otorga a dicho campo. Por ejemplo, en el caso mexicano, se ha detectado que invertir en Inteligencia Artificial es un factor clave para el desarrollo logístico, e incluso si las tendencias muestran que habrá incrementos de entre 100 y 200% hacia 2023, hace falta focalizar más los esfuerzos en:
- Pronóstico de la oferta y demanda para eficientizar el transporte y disminuir congestionamiento de rutas.
- Soluciones que ofrezcan trazabilidad en tiempo real.
- Mejorar los márgenes de acción y capacidad de respuesta ante eventos fortuitos.
- Incluso anticipar o prevenir riesgos tangibles, tanto comunes como extraordinarios en la cadena logística.
México ha escalado paulatinamente en dentro de indicadores como:
- Índice de Logística de Mercados Emergentes
- Índice de desempeño logístico
Posicionándose siempre en los primeros lugares a nivel regional, no obstante, es preocupante que ni las características inherentes al aspecto geoestratégico del país, coadyuve a impulsarlo como una de las principales potencias a nivel mundial y persistan impedimentos para su pleno desenvolvimiento. Para terminar de responder la pregunta que titula este artículo hay que recalcar el impacto del plano internacional en primer lugar, pues los eventos coyunturales siempre juegan un papel determinante, para lo cual persisten:
- Cuellos de botella en los principales puertos del mundo.
- Falta de personal que opere equipo logístico especializado.
- Insuficiencia de contenedores.
- Tarifas altas para fletes marítimos.
- Carencia de materias primas.
- Aumento en niveles de inseguridad.
- Guerra ruso-ucraniana.
Así, estos elementos se intensifican con las diversas cuestiones que se presentan en el país, muchas como resultado de las afectaciones internacionales y otras propias del desenvolvimiento mexicano en materia económica y financiera. Entonces, entender y atender aquellas prácticas que se identifiquen como negativas dentro de este campo será esencial para brindar soluciones asertivas, sobre todo enfocándolo a las pequeñas y medianas empresas de la industria.
Estudió la carrera de Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, con inclinación hacia el ámbito profesional de comercio exterior y logística, con un amplio interés en las ramas de agenciamiento de carga, innovación y tendencias en el comercio.