
El think tank Global Financial Integrity (GFI) realizó un estudio donde se evidencia que México ocupa el séptimo lugar a nivel internacional en facturación fraudulenta. El estudio se efectuó en un periodo entre 2009 y 2018, en el cual se reportó una diferencia de alrededor de 47,400 millones de dólares, entre las exportaciones declaradas y las registradas en 134 países de la región, esta brecha representa el 15% del comercio exterior de la región.
Este reporte de flujos financieros ilícitos reveló que México es el país de Latinoamérica con mayor facturación fraudulenta, la cual se da cuando los exportadores e importadores alteran las cifras reales a lo que declaran. Aunque en el país se han tomado medidas para disminuir estas cifras, por ejemplo, reformas a la ley federal, o el empoderamiento de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), y a pesar de que la think tank ha celebrado estas acciones, también ha criticado la decisión del presidente por colocar en puestos importantes de su nueva Agencia de Aduanas a miembros del ejército.
De acuerdo con el reporte, la facturación fraudulenta ayuda a los criminales a realizar el traspaso de dinero ilícito a través de las fronteras internacionales para así, evadir el pago de impuestos, y contribuir con los derechos en aduanas, entre otras acciones. De acuerdo con el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), los sectores que más diferencias presentan en su facturación son el comercio de vehículos y el comercio de minerales y piedras preciosas.
Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el SAT la facturación fraudulenta también puede presentarse escondiendo el valor o volumen real de los bienes importados o exportados, o registrando un valor mayor de la mercancía que se comercializa, a esto se le llama sub-representar o sobre-representar, respectivamente. Al respecto se han pronunciado varios expertos, por ejemplo, Yamel Cado, socia líder de Impuestos Indirectos y Comercio Exterior en PwC, menciona que la facturación fraudulenta representa un reto importante, ya que el comercio exterior significa una de las principales fuentes de recaudación de dinero, y esto se debe a la falta de control de operación de las compañías.
