Se está viviendo un deterioro regional en cuanto a la producción de automóviles en la región norteamericana, en contraste, China ha superado el nivel de producción que tenía antes de la pandemia. Joe Biden ha lanzado una iniciativa que incluye créditos fiscales para vehículos eléctricos, sin embargo, Estados Unidos y Canadá han dejado en claro su preocupación al respecto y advierten que de concretarse esta iniciativa se socavaría la alianza.
Dicha iniciativa podría aumentar los créditos correspondientes a los vehículos eléctricos alrededor de 12,500 dólares por cada vehículo, incluyendo los 4,500 dólares que corresponden a los vehículos fabricados por plantas con sindicato y 500 dólares por las baterías que se fabrican en Estados Unidos. De acuerdo con la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos (OICA, por su sigla en inglés), la productividad se ha deteriorado en esta región desde tiempo atrás. Tomando en cuenta también la participación de los tres países en la producción total de automóviles a nivel mundial.
En los primeros semestres de cada año los registros arrojan las siguientes cifras: América del Norte cayó de 19% en 2019, a 17% en 2020 y luego subió a 17.4% comparado con la de China, en donde la secuencia fue de 26.4, 32.4 y 31.2%, respectivamente. Si la industria automotriz canadiense se debilitara, las repercusiones también impactarían a Estados Unidos, principalmente en la región de los Grandes Lagos, ya que ahí dependen de piezas que se producen y ensamblan en Canadá, sin las cuales la producción de automóviles en ambos países no avanzaría correctamente.
Los créditos fiscales para vehículos eléctricos estarían costando aproximadamente 15,600 millones de dólares en 10 años y General Motors, Ford Motor y Stellantis NV resultarían beneficiadas de una forma desmedida, además de que también se darían mayores incentivos fiscales a los vehículos que cumplan con las condiciones de contenido nacional.
Estados Unidos se ha esforzado por impulsar alianzas y fortalecer sus relaciones comerciales. Sin embargo, existen nuevos requisitos que exigen contenido nacional dentro de iniciativas legislativas y esto podría afectar el desarrollo regional.