
Los viajes no esenciales a Estados Unidos habían estado cancelados desde marzo de 2020, y a partir de este lunes 8 de noviembre se permitirá el paso para todos los mexicanos que cuenten con su vacuna contra COVID-19, siempre y cuando estén avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta reapertura trae múltiples beneficios para ambos países, comenzando por la idea de que reactivará la economía fronteriza del país tras 20 meses de inactividad.
También entre las pérdidas importantes por este cierre de fronteras se puede calcular una derrama económica de hasta 900 millones de dólares por semana, de los cuales 300 millones iban de Estados Unidos a México, según datos de LACEN. De igual forma el laboratorio calcula un aproximado de hasta 72,000 millones de dólares que no se divisaron en los cruces fronterizos de ambos países. El coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ignacio Martínez, declaró “Va a reactivar la economía transfronteriza de México y de Estados Unidos. Esto va a impulsar, sin duda, el consumo”.
Para México la reapertura de las fronteras con Estados Unidos se convirtió en una necesidad. De acuerdo con datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) esta frontera consta de 3,175 kilómetros, por ella cruzan día a día aproximadamente 1 millón de personas, 452,000 vehículos y 30,000 camiones de carga. Es importante mencionar que el 80% del comercio que se da entre Estado Unidos y México ocurre a través de la frontera terrestre y el valor de los productos que transitan por estas fronteras asciende a los 500,000 millones de dólares al año.
Se espera que el crecimiento del PIB del comercio con Estados Unidos aumente más del 6%, respecto a la contracción histórica que se dio en 2020 de 8.2%. Se piensa que los más beneficiados por esta reapertura de fronteras serán los comerciantes norteamericanos y esto se mencionó al respecto “La presión vino de allá. Los norteamericanos a los mexicanos no nos toman en cuenta, o sea al (canciller) Marcelo Ebrard, al mismo presidente López Obrador. Nuestras opiniones no son las importantes. Las importantes fueron las presiones de estos comerciantes norteamericanos”.
