
El presidente de la CANACAR (Cámara Nacional del Autotransporte de Carga) destacó recientemente que el transporte de carga en México requiere una reconfiguración que tome en cuenta la inseguridad, incremento de costos operativos y disminución de operadores. La coyuntura actual que enfrentan las empresas de transporte en México se debe, en parte, al encarecimiento de los insumos básicos necesarios para poder llevar a cabo sus operaciones correctamente.
A raíz de esto, los empresarios se han pronunciado al respecto con el objetivo de conseguir actualización en sus tarifas que les permita asumir el aumento de costos derivados del escenario actual. De forma no oficial, ha habido reajustes que van del 20 al 25% en tarifas de transporte, lo cual se hace directamente con sus clientes mediante acuerdo previo con la finalidad de continuar brindándoles un servicio oportuno.
Con respecto al 2020, se observa una inflación de 7.2% en el rubro de transportes, lo cual afecta enormemente si se recuerda que el autotransporte es esencial para el mantenimiento del comercio a nivel nacional. Aumentos del acero en un 72% y aluminio en un 57.6% son aspectos adyacentes que impiden el pleno crecimiento las actividades económicas relativas al transporte, pues se ve reflejado como tal en la dificultad para adquirir equipos de transporte.
Las empresas que se dedican a este sector están empezando a asumir los costos adicionales que se generan para evitar aumentar las tarifas finales a sus clientes y así conservarlos. El otro problema que se suma a este escenario es la crisis de operadores, pues se calcula que hay escasez de hasta 70 mil elementos en el país, lo cual se debe a situaciones como inseguridad y falta de capacitación. Mientras este último punto no se resuelva, no importan las implementaciones, mejoras tecnológicas y de infraestructura que se hagan, pues es un desafío que se espera seguir enfrentando al menos en el mediano plazo.
