Uno de los mayores problemas del comercio internacional adicionales a la contingencia sanitaria, fue el esfuerzo por mantener las cadenas de suministros activas de manera eficiente a pesar de las múltiples situaciones en distintos eslabones logísticos que afectan a toda la red económica comercial. Al inicio de la pandemia hubo una clara decadencia de consumo a nivel internacional, pero el aumento del comercio virtual de manera constante impulsó de nuevo la activación de las cadenas de producción y logística, aunque paulatinamente también provocó una congestión dentro de la distribución.
Las principales afectaciones hacia la cadena logística fueron la escasez de contenedores, que impactaron en los tiempos de entrega, así como la saturación de puertos debido a las largas esperas de por contenedores disponibles y los lentos procesos de carga y descarga. Esto comenzaba a ocasionar retardos y pérdidas económicas, principalmente a causa de la escasa redistribución de mercancías provenientes de Asia en fechas de gran relevancia como el Black Friday, y las festividades de fin de año.
Ahora bien, debemos considerar el factor relacionado al covid-19, puesto que tiende a retrasar dichos procesos gracias a la escasez de mano de obra en actividades de carga y descarga, servicios portuarios, así como el cierre de puntos clave para el comercio internacional, como el cierre de la terminal Mishan en el puerto de Ningbo, lo que ocasiona aún más congestión y lentitud dentro de la capacidad de algunos puertos, sumando todo esto a la aparición de la variante Delta, por lo que hay que se establecieron parámetros más estrictos disminuyendo así la mano de obra.
En el caso de México, una serie de factores han ocasionado aún más la ruptura de las cadenas económicas y de distribución. Hay que contemplar la alta congestión portuaria en los puertos de Manzanillo y Ensenada debido a la escasez de contenedores y que fue agravada por el bloqueo de las vías férreas en Michoacán, repercutiendo en la distribución de bienes a nivel nacional y el mercado con el principal socio comercial de México, Estados Unidos.
Se ha optado por la redistribución de buques a puertos estadounidenses, no obstante, esta no debe ser considerada una solución definitiva, ya que el bloqueo de vías sigue siendo un quiebre a las redes logísticas nivel nacional, lo cual se ve reflejado internamente y puede ocasionar perdidas, intensificando el problema de congestión de puertos y escasez de contenedores.
Es necesario que, para contrarrestar y reactivar la cadena logística dentro del territorio, el gobierno actúe en aras de establecer contacto para la resolución de controversias con la CNTE y liberar las vías, contribuyendo al desahogo de puertos para redistribuir los contenedores y acelerar las cadenas productivas. Esto no representará una solución a los problemas logísticos internacionales, pero promoverá una gran liberación dentro de la congestión que se enfrenta actualmente.