Tras 7 años de haber iniciado las obras para la construcción del tren México-Toluca, la semana pasada fue concluido en su totalidad el primer tramo correspondiente de Zinacantepec a Lerma, abarcando 36.3 kilómetros. A esto se le suma la finalización de obras para el tramo dos, lo que corresponde un total de 40.9 Kilómetros.
Las proyecciones que se tienen para el tren es que preste servicio a más de 2.5 millones de ciudadanos. La duración del trayecto se calcula en 39 minutos entre terminales, componiéndose de siete estaciones; dos terminales y cinco intermedias. Asimismo, existe un avance de aproximadamente el 53% en lo que respecta a las obras del tramo 3 que contará con 16.8 kilómetros, así como la terminación de la obra civil en el viaducto 4 y del Centro de Control, de los cuales ya se cuenta al 100% con el material rodante.
En total, el recorrido del tren se compone del tramo de 36.3 kilómetros ya finalizado, el tramo 2 que incluirá el bitúnel, Cuajimalpa, Santa Fe y Álvaro Obregón (4.6 kilómetros); y el tramo 3 que conecta a la Ciudad de México (16.8 kilómetros). Adicionalmente, se está en proceso de pruebas del equipo electromecánico que suministrará la energía para que el tren funcione.
Se estima que para finales de este año esté terminado el tramo que conecta con Santa Fe, posteriormente el que va de Santa Fe a Observatorio durante el 2022, al tiempo que se harán las pruebas correspondientes para la ruta Zinacantepec-Santa Fe, realizando la última fase en el año 2023, que es cuando se espera concluya la obra y comience a funcionar.
Gracias a los proyectos de infraestructura y ampliación en la zona de Chapultepec, así como la creación de la universidad de la salud, será posible incrementar la movilidad en el Valle de México, creando las condiciones logísticas necesarias para una mayor productividad traducida en menores tiempos de traslado y aumento de las conexiones urbanas.