A un año del T-MEC, ¿Cómo vamos?

A un año del T-MEC, ¿Cómo vamos?

El pasado 1° de julio de 2021 el T-MEC tuvo su primer aniversario y por ello es importante analizar los efectos que su llegada ha traído para México. Tatiana Clouthier, secretaria de Economía, indicó que este acuerdo se ha caracterizado por la reactivación, recuperación y reestructura, pero es necesario entender a qué se refiere con esto. Ha sido un año complicado en distintos sentidos y el panorama continúa siéndolo en términos comerciales y económicos para los tres países que integran el tratado.

Aunque el T-MEC Uno de los aspectos más favorables para el país fue el dinamismo que adquirió el comercio en términos regionales, lo cual se debió principalmente e la certidumbre generada para que se agilizara el flujo de Inversión Extranjera Directa que colocó a México en la posición 9 por mayor captación por parte de la UNCTAD durante 2020. Asimismo, las cadenas de producción a nivel regional se han fortalecido de forma considerable.

Aunque el panorama tiende a ser favorecedor en algunos aspectos, el escenario causado por la pandemia global afectó el primer semestre del año después de haber entrado en vigor el T-MEC, ya que, pese a los esfuerzos conjuntos, el confinamiento redujo la actividad comercial. Esto tuvo consecuencias notables en las expectativas generadas inicialmente. No obstante, hacia el segundo semestre del año, es decir, a inicios de 2021, comenzó a recuperarse el ritmo económico de nueva cuenta, en parte gracias a la reactivación estadounidense en diversas industrias que habían estado detenidas y que impulsaron a su vez a la economía nacional.

Hace un par de meses surgieron algunos problemas en términos laborales por parte de Estados Unidos hacia México, la queja más grande se debió a que la central obrera AFL-CIO explicó que los trabajadores que laboraban en su planta de autopartes establecida en Tamaulipas se enfrentaron a un caso de violación de cláusulas entorno a las garantías de los derechos de los trabajadores, generando como consecuencia, despidos injustificados. Trabajar en esto supuso que, por primera vez, se haya implementado un mecanismo que instara a cumplir las condiciones laborales, lo cual fue un gran paso en este ámbito con el T-MEC.

En términos globales, el tratado sí ha fortalecido la economía mexicana, pues ha fungido como una especie de soporte que permitió amortiguar los efectos de decrecimiento nacional. El más claro ejemplo de esto de esto es el aumento de exportaciones de México a Estados Unidos, que representan casi el 32% del PIB nacional. Esto abrió paso a la posibilidad de un superávit histórico, permitiendo así retrasar los efectos de la crisis económica y evitar estancamientos.

A un año de que entraran en vigor los nuevos lineamientos bajo los cuales se llevaría a cabo la relación trilateral, han sido varios los efectos positivos para México, sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer en cuanto a ciertos puntos, principalmente en materia medioambiental. La administración de Donald Trump dejó múltiples vacíos entorno a esta situación y, aunque podría parecer que Joe Biden cambiará el curso de las cosas, lo cierto es que aún no hay nada definido en esta materia que parezca brindar un mejor panorama u opciones para la cooperación que favorezcan este aspecto.

También es menester resaltar el hecho de que en un año no es posible emitir conclusiones definitivas en ningún aspecto, pues su vigencia de 16 hace que cualquier opinión sea prematura e imposibilita describir totalmente el panorama para sus integrantes. Para poder determinar algo concreto deberán pasar al menos un par de años más, donde será posible tomar mayores elementos que permitan entender la complejidad del tratado y sus efectos para México. En especial cuando se espera un crecimiento de hasta 6.5% del PIB a nivel nacional, y gran parte de ese porcentaje se debería a los mecanismos impulsados por el T-MEC.

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