De acuerdo con las cifras publicadas por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), las transferencias realizadas vía SPEI en 2020 aumentaron un 72.2% respecto al 2019. Según la comisión, dicho aumento fue causado por la serie de medidas que fueron puestas en marcha para enfrentar la pandemia por COVID-19, el aceleramiento del proceso de digitalización de los servicios financieros y por cuestiones de ciberseguridad; provocando así que para abril de 2021 se hayan realizado en total 149 millones 404 mil operaciones.
De acuerdo con la Condusef, este incremento se deriva de las acciones, como ajustes y reglas, que fueron elaboradas por el Banco de México para garantizar la disponibilidad y la seguridad en las operaciones realizadas dentro del sistema con el fin de asegurar la eficiencia del sistema de pagos, evitar riesgos y generar certidumbre en los usuarios. Con ello, se aseguró también un incremento de este tipo de operaciones en el uso de plataformas digitales de inversiones tales como Kuspit.
Entre los ajustes y procesos que se pusieron en marcha con la finalidad de fortalecer el sistema de pagos, durante 2020 Banxico llevó a cabo una revisión a la infraestructura tecnológica. En este sentido, se organizaron auditorías en donde se discutió el cumplimiento de la normatividad en cuanto a los mecanismos de seguridad tanto en los sistemas de pagos al interior del banco central y de sus usuarios.
En cuanto a los manuales operativos de SPEI y SPID (Sistema de Pagos Interbancarios en Dólares), el Banco de México llevó a cabo varios ajustes relativos a los requisitos de incorporación y permanencia. Con esto, durante el año pasado, el banco central tuvo una disponibilidad de 99.99% en el caso de SPEI, posicionándose así como el mayor índice de disponibilidad registrado desde el año 2015.
Así, Rodrigo Ocejo, fundador de Kuspit, aseguró que gracias al desarrollo y cumplimiento de las reglas, guías, infraestructuras y equipos de cifrados establecidos por Banxico, la seguridad cibernética se fortalece y, por lo tanto, la calidad de los servicios aumenta. Con ello, tanto las entidades financieras como los usuarios tienen la certeza de que los recursos viajan por un circuito cerrado de manera rápida y eficaz.
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