
Recientemente se ha hecho muy importante el uso e implementación de tecnología en distintos procesos económicos, uno de ellos es el que involucra a la industria logística con respecto a la biometría, la cual se define para el INAI como “las propiedades físicas, fisiológicas, de comportamiento o rasgos de la personalidad. Estas son atribuibles a una sola persona y son medibles.” Por ejemplo, durante el mes de abril entró en vigor la reforma mediante la cual se obliga a cualquier usuario de alguna línea de telefonía móvil a registrarse en el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que tiene como objetivo recopilar sus datos biométricos como huellas dactilares o el registro del iris.
Esto ha sido muy criticado, pues se piensa que constituirá un nuevo método tanto para el robo de datos como el aumento del robo de dispositivos, ya que sería un método de eludir el registro para los delincuentes, además de que pone en riesgo la protección de datos personales y vulnera a la población porque pueden cometerse delitos en nombre de los ciudadanos. Cualesquiera que sean las consecuencias de esta reforma, es un hecho que el uso de datos biométricos causa controversias dependiendo del ámbito en donde sea utilizado
Para la industria logística resulta ser favorecedor, puesto que es uno de los mecanismos que permiten mejorar la seguridad, principalmente en el sector del transporte. Haciendo uso de los datos biométricos de los operadores y trabajadores que forman parte de la cadena logística, es posible contar con la trazabilidad que se necesita para disminuir los riesgos provocados por accidentes o robos. Aunque existe el mismo debate que se planteó al inicio, es muy necesario que cuando se comprometen grandes cantidades de bienes diariamente, puedan rastrearse, sobre todo por cuestiones salvaguardar la seguridad del personal.
La biometría en la logística es y será un instrumento fundamental para enfrentar los altos niveles de siniestros existentes. En países donde la infraestructura y la inversión en la industria no representa oportunidades para mejorar los procesos, es necesario acudir a la tecnología estandarizada. Incluso si para algunos aún continúa habiendo dificultades para adquirirla, se ha vuelto cada vez más accesible para negocios pequeños y medianos.
El uso adecuado de la biometría supone mejoras en la eficiencia de la cadena de suministro. Actualmente se tienen identificados como potenciales factores de riesgo la intervención de actores tanto externos como internos, es decir, los propios empleados de una empresa pueden ser detonantes de riesgos en las operaciones. Este es uno de los factores que impulsó la intención por usar datos biométricos.
Dentro de los principales métodos que existen en la biometría logística, se encuentran todos los relacionados a recopilar características físicas como el rostro, iris, huellas dactilares, geometría y/o venas en las manos, patrones de la retina, voz, entre otros. En muchos casos recurriendo al uso de dos o más de los mencionados de forma paralela para garantizar el cumplimiento de la seguridad interna.
En fenómenos como el comercio electrónico y su enorme crecimiento, tener en cuenta este tipo de recursos es esencial, no solo para proteger la integridad de un negocio, sino al consumidor o cliente final. La pandemia transformó las entregas al destinatario y ahora el miedo al contacto o proximidad física ha provocado un problema que se traduce en relajar las medidas para identificar correctamente a la persona que recibe un paquete, incrementando así los fraudes y reclamaciones que generan costos millonarios para las empresas.
Para evitar esto, la biometría sustituye métodos de identificación tradicionales como la revisión de una identificación oficial y una firma en papel, pasando al reconocimiento biométrico de huellas, rostro o firma digital en alguna aplicación de Smartphone, cuya alta adaptabilidad de recopilar estas funciones, facilita el uso y ejecución de estrategias biométricas para seguridad tanto de las empresas como de los usuarios.
Uno de los desafíos que tiene la logística en cuanto al uso y recopilación de datos biométricos, es la incapacidad de poder generar un método o herramienta propia, recurriendo aún a aplicaciones de terceros que no se adapten a la estructura interna del negocio. Para ello se sugiere el uso de soluciones universales que puedan mostrarse resilientes a cualquier ambiente y tamaño de la organización, sin dejar de lado la capacidad de adaptarse a necesidades específicas.
Sin embargo, y con el uso continuo y acelerado de estas soluciones, será cuestión de tiempo que una u otra opción se posicione como la más eficiente dependiendo de lo que demande el mercado y la evolución a la par de otro tipo de tecnologías aplicadas. La biometría no solo ha impactado la forma de crear procedimientos para la industria, sino patrones nuevos en la relación vendedor-consumidor que seguramente seguirán transformándose y perfeccionándose hasta lograr mayores niveles de satisfacción y automatización en los procesos de compra.
Estudió la carrera de Relaciones Internacionales por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, con inclinación hacia el ámbito profesional de comercio exterior y logística, con un amplio interés en las ramas de agenciamiento de carga, innovación y tendencias en el comercio.