
El pasado jueves 25 de marzo dieron inicio las obras para la primera fase en el rediseño del espacio aéreo en el Valle de México que estará a cargo de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, contemplando operaciones en los aeropuertos de la Ciudad de México y Toluca. La decisión es respaldada por la Agencia Federal de Aviación Civil, quien otorgó la certificación correspondiente para esta fase, tomando como base la normatividad de la Organización de Aviación Civil Internacional.
Los beneficios que traerá este proyecto son amplios, puesto que se busca coadyuvar en la interoperabilidad aérea y facilitar el trabajo simultáneo, actual y futuro, en otros aeropuertos como el de Cuernavaca, Puebla y Querétaro. El diseño propuesto ha sido probado en distintos escenarios y simuladores de vuelo, con el fin de asegurar el cumplimiento de los criterios de calidad, eficiencia y seguridad que garantizan la viabilidad operacional.
Se prevé que con este rediseño se reduzca en alrededor del 16% el promedio en tiempo de vuelo para las aeronaves que operen en este sistema con tiempos predecibles y mayor eficiencia en rutas de llegada y salida en cada aeropuerto. Aunado a esto, se espera una reducción de las demoras operacionales, aumentando la capacidad del espacio aéreo; de la misma forma se proyecta un descenso en el consumo de combustible y emisión de gases y en las interacciones, así como carga de trabajo para pilotos y controladores de tránsito aéreo.
Desde 2018 se comenzó con el Plan Rector para la modernización y reestructura del espacio aéreo, a cargo de la Senam; se contempla que para marzo de 2022 se inicie la segunda fase del proyecto con la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Actualmente se cuenta con el apoyo de NavBlue y la participación de especialistas, profesionales y académicos representantes de organizaciones como la OACI, la IATA, Canaero, el Colegio de Pilotos Aviadores y de Ingenieros en Aeronáutica, entre otros.
Se vislumbra que será un proceso complicado y de varios años en el cual México logre alinear y coordinar su sistema, también que a corto plazo se registren los beneficios para la industria y el sector aéreo, en temas de eficiencia y menos uso de combustible. Si bien ha sido un desarrollo complejo porque el espacio aéreo mexicano es una zona muy complicada, a nivel transporte aéreo se ha hecho de una manera muy responsable, lo cual le podrá dar a nuestro país posicionamiento a nivel internacional en tema de transporte aéreo.
