A casi un año de llegada la pandemia, el peligro de contagiarse sigue y, pese a que la situación podría mejorar con la aplicación de las vacunas, el miedo sigue presente, así como las medidas sanitarias necesarias para evitar brotes de contagio, las restricciones para cada país han sido distintas, pero varios coinciden en aplicar medidas de contención como lo es el confinamiento y la eliminación del libre tránsito de sus nacionales. Esto es un problema sumamente grande para aquellos países que dependen en gran parte del turismo.
México es uno de los países que mayor cantidad de turistas atrae cada año, tanto nacionales como extranjeros y durante el 2020 este importante sector sufrió importantes pérdidas, provocando un desplome calculado en 52% en la llegada de turistas internacionales, que pasaron de 45 millones en 2019 a poco más de apenas 21.6 millones para el cierre de 2020.
En estimaciones para este año, las más optimistas consideran que el arribo de turistas internacionales al país podría alcanzar los 42.7 millones de viajeros. Por el contrario, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y organismos empresariales en el país, prevén que la recuperación de los viajeros internacionales a niveles previos al COVID en México se dará hasta el 2024.
Las estimaciones se vuelven complicadas porque, aunque parecía haber una salida con la creación y aplicación de la vacuna contra el SARS-Cov-2, las mutaciones del virus han provocado nuevas inseguridades en los gobiernos, haciendo reconsiderar nuevamente al turismo, con hoteles trabajando aproximadamente al 25 % de su capacidad real.
Esto afecta gravemente la economía nacional, pues la derrama generada por turistas no es una cuestión menor, cabe recalcar que también hay implicaciones logísticas para esta rama, pues el transporte, hoteles y agencias destinadas a este sector también forman parte de los elementos afectados, y que debe buscar alternativas para subsanar estas pérdidas. Sin duda, este nuevo escenario llevará a una planeación logística del turismo que permita considerar este tipo de crisis en un futuro y disminuir el impacto que pueda tener.