En días recientes fue publicado el acuerdo a cargo de la Secretaría de Energía (SENER) sobre la actualización de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE). En el acuerdo se actualizaron, entre otras cosas, las fracciones arancelarias aplicables a las importaciones y exportaciones de petrolíferos.
En la actualización del 26 de diciembre 2020 los cambios que resaltan son: la eliminación de permisos de 20 años, que pasan a sustituirse por los de 5 años, además de aplicar restricciones a las prórrogas; aumento de los requisitos para otorgar los permisos de importación; creación de facultades para modificar volúmenes solicitados, revocar permisos, al igual que se elimina la afirmativa ficta.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), integrada por un grupo de empresarios de distintos niveles y sectores, ha expresado que, para ellos, las modificaciones a la ley no promueven ni incentivan la participación del gremio en el mercado nacional, sino que la menguan y debilitan en el sector de importaciones y exportaciones debido a la incertidumbre jurídica que las modificaciones promueven.
El acuerdo de la SENER puede afectar en el desarrollo eficiente de la industria, pues no hay claridad sobre cómo se podrían cumplir o, incluso, son imposibles de cumplir para un regulador. Esta serie de cambios y actualizaciones no solo es un mecanismo que podría perjudicar a la industria, sino que repercute directamente en el precio de los petrolíferos al consumidor final. En términos generales, preocupa que el aumento de requisitos para los permisos de importación pueda vulnerar la seguridad energética del país.
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