El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que estudia fenómenos económicos y sociales que afectan la competitividad, realizó su estudio anual, en el cual, a través del análisis de 73 ciudades mexicanas determinó cuáles son las mejores para invertir y trabajar. Esto lo hizo a través del Índice de Competitividad Urbana (ICU), encontrando que, entre las ciudades con más de 1 millón de habitantes, las más competitivas son la Zona Metropolitana y Valle de México, y Monterrey.
Las ciudades estudiadas aportan 87% del total del PIB mexicano, concentran al 64% de la población total y recogen el 89% de las inversiones totales; se constató que la zona norte de México tiene las mejores características en materia económica con mayor diversidad en la conformación de su economía. Por lo tanto, las cuatro mejores ciudades para trabajar se encuentran en dicha región, hablamos de Monterrey, Chihuahua, Monclova y Nogales.
Mientras que, entre las mejores urbes para invertir encontramos a dos del norte del país que son Hermosillo y Guaymas, y en el sur tenemos a Mérida y Ciudad del Carmen; por otra parte, entre las ciudades de entre 500,000 y 1 millón de habitantes, las cuatro más competitivas son Saltillo, Durango, Mazatlán y Hermosillo. De las ciudades con más de 250,000 y menos de 500,000 habitantes, las tres más competitivas son Piedras Negras, Guaymas y Nogales, todas entidades fronterizas.
Esto deja entrever la gran brecha que existe entre la región norte y sur del país, donde el sur mexicano tiene un enorme rezago, en términos generales; uno de los problemas más grandes que enfrenta México es la inseguridad, agravada en el centro y sur del país. Por ello es necesario mejorar las condiciones de las ciudades. IMCO plantea un plan de diez puntos con los cuales se pueda mejorar todas y cada una de las problemáticas como es el caso de la inseguridad, la recaudación fiscal o la equidad de género.
Es necesario que se siga impulsando el desarrollo económico de México, esto a través de las inversiones; si bien es cierto que el norte mexicano ha sido a lo largo del tiempo un referente en la industria y el trabajo, el sur también cuenta con grandes posibilidades de crecimiento. Esto implica que sea fundamental enfocarse en el crecimiento exponencial de las ciudades con ayuda de privados y públicos, de esta forma México se podría convertir en una de las más grandes economías de América Latina.
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