La pandemia mundial de COVID-19 continúa dejando huella en todos sectores de la economía a nivel global, y México no es la excepción, ya que distintas áreas se han visto trastocadas con pérdidas significativas, tal es el caso del sector de autotransporte que ha sido de los más afectados durante el segundo trimestre del año.
El punto más crítico se dio entre finales del mes de abril y principios del mes de mayo, puesto que el 35% del parque vehicular se quedó sin operaciones. Esto fue provocado por la suspensión de actividades de las industrias, destacando a la automotriz y la cervecera. En la medida en que estos se reactivaron, el autotransporte desarrolló un repunte gradual en meses subsecuentes.
Sin embargo, aún no se logra que se esté operando en un 100%, para el mes de agosto, según los informes de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) solo estaban en funcionamiento el 86% del parque vehicular. La razón por la cuál no se ha logrado llegar hasta el máximo se debe a la optimización de tiempos, a través de la disminución en el total de los recorridos.
La reactivación del sector empezó a ser posible gracias a que las distintas industrias comenzaron a funcionar de forma más habitual; una de las que han sido punta de lanza en la recuperación es la industria automotriz y la industria agroalimentaria. No obstante, aún hay sectores que se encuentran rezagados como el sector de alimentos y bebidas y refrigerados y congelados, ya que los restaurantes y hoteles todavía no funcionan al 100%.
Dentro del sector del transporte, el autotransporte de carga representa la modalidad más dinámica, pues actualmente tiene un peso económico que representó el 3.2% del Producto Interno Bruto en 2019. Esta contribución corresponde con el 50% del PIB de la actividad logística, representando un 6.5% en el PIB nacional.
Su importancia en el sector logístico es grande, por ello, las compañías transportistas requieren herramientas que les permitan supervisar todas las actividades e infraestructura, teniendo un adecuado control de rutas para optimizar los tiempos y costos. En este escenario, el verdadero reto post-pandemia para el autotransporte será identificar cómo optimizar ese reingreso a la actividad económica.
Club de carga