
El desplome de la economía nacional a causa del Covid-19 ha generado cuantiosas perdidas para todos los sectores, centrando a México en una recesión económica cuya profundidad es dos veces peor que la Crisis del Tequila de 1994, con la caída del Producto Interno Bruto en un 17,3% entre abril y junio de este año.
A pesar de que el gobierno federal publicó su plan de reapertura de la economía a mediados de mayo, la actividad nacional se hundió 21.6%, luego de haberse desplomado 19.6% en abril, según la variación anual del Indicador Global de la Actividad Económica del INEGI, siendo así 13 meses consecutivos de contracción económica.
La actividad industrial que aporta una tercera parte del PIB fue la más afectada en estos meses y cayó entre un 23,6% y 29.7%, empujada por el cierre de plantas de manufactura; asimismo, la industria manufacturera, maquiladora y de servicios de exportación perdió 70 mil empleos a consecuencia del confinamiento por la pandemia del Covid-19.
Mientras que Luis Aguirre Lang presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación, afirmó que el sector maquilador fue el que menos recortes de empleos registró de marzo a julio, tomando las riendas de las exportaciones en junio por 19 mil millones de dólares, por lo que debe considerarse como el motor principal del país que genera crecimiento.
Sin embargo, tras el freno de operaciones en las plantas de manufactura de automóviles como medida sanitaria, la industria automotriz se ha visto afectada severamente, estimando pérdidas de hasta 110 mil millones de pesos. Por lo que se ha acelerado la reconstrucción de sus cadenas logísticas y, con ella, los integrantes estratégicos en esta cadena de valor.
En el caso de Fiat Chrysler Automobiles México la reanudación de operaciones en el transporte nacional se activó de manera sencilla, no obstante, en la movilidad de mercancía que llega a puertos se tuvo que asegurar que no cayeran en abandono. Actualmente, se encuentra en un nivel de 95% de producción que se venía manejando antes de la emergencia sanitaria.
Por otro lado, la industria ferroviaria también se vio afectada ante el freno de operaciones de la industria automotriz, ya que al ser un proveedor que transporta tanto vehículos terminados como autopartes tuvo que incrementar la longitud de los trenes y así reducir el número de las corridas.
Las empresas transportistas que participan en la cadena de suministro de la industria automotriz implementaron diversas estrategias para atender a sus clientes y continuar con operaciones eficientes. Una de ellas fue, Penske Logistics México que implementó diversas estrategias logísticas acorde a las fechas de reanudación de ensamblaje de automóviles.
Es así como, la industria logística se ha visto severamente afectada por el cierre de fronteras, aeropuertos y puertos, la incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros, siendo la pandemia el principal factor de amenaza para las empresas logísticas en este momento, debilitando la economía internacional y la demanda en la producción.
En consecuencia y algunos datos duros:
• 36% de las empresas registraron impactos en ventas.
• 20% cerraron plantas manufactureras.
• Disminución del 18% en las cargas.
• La interrupción de las cadenas de suministro en un 18%
En cuestiones alentadoras, la entrada en vigor del T-MEC el pasado 1° de julio traerá al país la oportunidad de convertirse en un centro logístico para la región, sobre todo por el gran impacto de la pandemia en la industria mexicana; siendo las áreas de manufacturas, autopartes y el sector aeroespacial nichos de oportunidad importantes.
De esta forma, el principal reto para las empresas logísticas es la búsqueda de sistemas para externalizar el riesgo y ganar flexibilidad para hacer frente a una próxima crisis; por lo tanto es necesario prestar atención en los cambios en el consumo, siendo los servicios de almacenamiento, transporte y distribución, vinculados a actividades comerciales en línea, los que registraron un crecimiento considerable.
Siendo una tendencia que podría continuar, esta pandemia es un gran aprendizaje para la industria logística y sentará las bases para replantear procesos y desarrollar un análisis de riesgos, que le permita anticiparse a nuevas medidas preventivas ante la era del T-MEC.
Lic. en Relaciones Internacionales, Especialidad en Fiscal y Maestría en Administración de Negocios. Ex profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, con líneas de investigación en cadena de suministro y distribución física internacional. Director de Logística, práctica profesional en operatividad, asesoría y auditoría logística y de comercio exterior con experiencia en materia de agenciamiento de carga, transporte y logística comercial.