El 31 de marzo 2020 se reunieron directivos de alto nivel de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de la Organización Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) para emitir una declaración conjunta con el fin de reducir las consecuencias en el comercio de alimentos causadas por la pandemia del COVID-19.
Los directores de dichas organizaciones consideran relevante el suministro alimenticio internacional, el cual está siendo afectado por las medidas adoptadas de diversos países al intentar detener la expansión de la pandemia.
Algunas de dichas medidas son:
• Limitar la circulación de trabajadores de la industria agrícola y alimentaria.
• Detenimiento de los contenedores.
• Disminución en la producción ante cierre de fábricas.
Por lo tanto, las consecuencias son:
• Aumentan los retrasos en las fronteras en el suministro de alimentos.
• Deterioro de productos perecederos.
• Precaria distribución y abasto en centros de venta.
Por ello, la cooperación internacional es fundamental para lograr el abastecimiento de los productos más indispensables para el ser humano. Asimismo, la protección tanto de los alimentos como de los trabajadores es esencial para minimizar la propagación de la pandemia.
Las organizaciones internacionales hacen un llamado de solidaridad y seguridad alimentaria, así como un responsable consumo local, evitando compras de pánico, abastecimiento excesivo y aglomeración de alimentos; ya que estás acciones no permiten un abastecimiento integral y que los productos lleguen a todos los consumidores.
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